Resumen
Los caballos de pura sangre han sido seleccionados para carreras durante más de 400 años. A pesar de la selección continua, los tiempos de carrera no han mejorado significativamente durante los últimos 60 años, lo que plantea la cuestión de si todavía existe variación genética para el rendimiento en carreras. Sin embargo, los estudios que utilizan fenotipos como el tiempo de carrera, el dinero ganado y la discapacidad demuestran que existe una amplia variación dentro de estos rasgos y que son hereditarios. Aun así, estas son medidas deficientes del éxito en las carreras, ya que los pura sangre corren a diferentes edades y distancias y en diferentes tipos de pistas, y es posible que algunos no corran en absoluto. Con la llegada de las herramientas genómicas, se están identificando variantes de ADN que contribuyen al éxito en las carreras. Aparte de las fuertes asociaciones para las variantes de miostatina con la mejor distancia de carreras, se reportan asociaciones débiles a modestas con fenotipos de carreras para otras regiones genómicas. Estos datos sugieren que diversas estrategias genéticas han contribuido a producir un caballo de carreras exitoso, y la variación genética que contribuye al atletismo sigue siendo importante.
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