El paladar hendido o palatosquisis, es un defecto congénito que ocasionalmente se ve en los cachorros de todas las razas. Se produce una fisura palatina, cuando los huesos que forman el techo de la boca no crecen normalmente. Esto resulta en una fisura en el techo de la boca que se comunica con la cavidad nasal.
En la mayoría de los casos, existe una predisposición genética, por lo que se aconseja descartar a los padres como reproductores, y buscar posibles asociaciones del defecto con otros sistemas orgánicos. La teratogénesis asociada a fármacos, también se postula como posibilidad etiológica.
El diagnóstico se basa en la exploración rutinaria del paladar en los neonatos o en los cachorros que vienen a primera consulta.
Las patologías que afectan a cierre de los huesos palatinos durante el desarrollo fetal, pueden dividirse en primarias o secundarias, según afecten al futuro hueso incisivo y el labio, o los futuros huesos y estructura del paladar duro y blando respectivamente, originando diferentes lesiones.
Como la mayoría de las situaciones que comprometen la alimentación, el paladar hendido produce retraso en el crecimiento y dificultad manifiesta para alimentarse.
Los cachorros de tan sólo un día de edad a menudo presentan el problema al salir la leche por la nariz al beber. También es posible que aspiren la leche, llegando esta a los pulmones, causando una dificultad en la respiración o neumonía.
Las fisuras leves en el techo de la boca se pueden corregir con cirugía. Los casos más graves, tienen una expectativa muy pobre.

Crédito al autor del video.

Revisión Médica Veterinaria
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